El día de ayer empezó como un y corriente lunes de descanso. Comenzó a las 7 am para alistar a mi hija y llevarla a la escuela, luego que la dejé, regresé a alistarme, ya que había una ceremonia de premios para ella y los demás niños. Luego de eso tenía cita con mi ortodoncista, para después de ello terminar haciendo una larga parada en la tienda.

había ya planeado comprar unos zapatos altos. Estamos por entrar al verano por lo que quería una sandalias de plataforma. Era ya un día planeado para comprar cosas para mí, para «darme amor». Puse en el carrito otro par de zapatos para ir al gimnasio, la bata de baño que había querido comprar hace unos días, y unas cremas que ya se me habían terminado de mi skin care. Me compré un collar, que resultó ser muy corto, por lo que tendré que regresar. Me compré un labial que combina más a mi tono de piel, y otros para mantenerlos hidratados. Me compré una mascarilla para el pelo. y una repiza para el closet donde tengo planeado poner ciertas cosas para adornar.

No tengo duda que esto sea vanidad, según, especialmente en las mujeres la vanidad es algo muy común, y hasta normal. Muchas veces he escuchado que la vanidad está mal vista, pero creo que la vanidad es parte de los seres humanos. Muchas veces, así como cualquier otra cosa, las personas llegan a obsesionarse a ella, y se empeñan a querer vivir de forma lujosa, lo que no esta mal si tienes el dinero.

Muchas veces pasamos por momentos donde no tenemos la oportunidad económica de comprar nada para nosotros mismos. Hace unos meses empecé a cuidar mi piel, y claro esto tuvo una inversión económica en varios productos, ¿pero acaso eso no es importante?, a mi ver si lo es. Hoy en día las personas sufren (muchas veces en silencio) la falta de autestima y la baja economía en la que viven y casi nunca trabajan para ellos mismos. Siempre nos enfocamos en pagar cuentas, en comprar muebles nuevos, o remodelar ciertas areas del hogar. ¿Pero por qué no nos remodelamos a nosotros mismos?, ¿Cómo esperamos tener una mejora personal si no invertimos en nosotros mismos?, ¿o será esto una excusa para justificar mis gastos?

Casi por terminar el día, fuimos a comer un helado con mi hija, nos quedamos en el lugar por quizás una hora, tenían juegos de mesa por lo cual nos pusimos a jugar. Era de esos lugares donde puedes elegir todo lo que le quieras poner al helado, como gomitas, galletas, chocolates y más. A lo mejor esto no es parte de la vanidad, ¿o podría pertenecer a la vanidad de la felicidad? Solo sé que disfrutamos de nuestro pequeño momento en la heladería en una parte remota de la ciudad de Houston.

De regreso al apartamento, luego de visitar alrededor de seis lugares diferentes durante el día, tomé una ducha, me apliqué mi mascarilla en el pelo, y después otra en mi rostro. Me sentí muy relajada, tomé ese tiempo para mí, para complacer mi vanidad de subir mi autoestima y apreciación a mi ser. ¿Es acaso esa vanidad mal vista?

Sé que gastar en esas cosas no cambiarían mi vida si no las tuviese, pero tal vez no hubiese disfrutado tanto un día para mí, quizá hoy mi día no hubiese empezado con mi piel más suave, y con mi cabello más esponjoso. ¿Por qué es mal vista la vanidad, si es parte del amor que nos damos a nosotros mismos? Ayer no solo fue un día de consumismo, también fue un día en donde me emocioné con las cosas que compré, me emocioné al salir con mi hija. Me sentí feliz al saber que hoy puedo cuidarme y sentirme bien.

Me di cuenta que muchas veces el amor propio empieza por cosas pequeñas, y asi va incrementando poco a poco. Hace ya varios meses decidí empezar este proyecto en mi misma, donde quería cuidarme, verme al espejo y saber que estaba haciendo algo para mejorar. Me di cuenta que muchas veces si nos toca gastar, especialmente cuando antes no habíamos podido, no habíamos podido salir más que de nuestros gastos.

Me di cuenta que para estar bien en el interior también tengo que estar bien en mi exterior, y vicesarsa. No es solo lo emocional, sino también lo físico; que es una forma de felicitarme por haber empezado, por continuar. Y si la vanidad es parte del amor propio, la abrazo, y la hago parte de mi y de mi vida.