Estos días me di cuenta que muchas veces tenemos todo fuera de control, que hay cosas que nos dejan en casa, hay cosas que rompen nuestro espíritu y motivación.
Estuve enferma estos días, sin poder hacer mucha fuerza o si quiera moverme libremente. El viernes pedí un día más de descanso ya que no me sentía lista para trabajar, pero si fui por algo que me ayudara a recuperarme, aproveché a ir por comida por mis tortugas y justo al lado había una tienda de libros. Sabía que no era lo más oportuno ir, sabiendo que estaba enferma, pero a veces en medio de cualquier cosa que estemos pasando, necesitamos una dosis de felicidad. Así que a pesar que estaba enferma, mi optimismo subió, me sentía enamorada, emocionada de estar en medio de un sin fin de libros. Muchos eran usados, con las páginas amarillas, con un olor en particular, algo que me facina mucho.
Traje a casa «Amor en Tiempos del Colera» de Garcia Márquez, y otro libro el cual no recuerdo el nombre. En la tarde antes de esperar mas de una hora por una orden de pollo para comer con mi hija, me encontraba leyendo las primeras páginas del libro de Márquez. Y el día de ayer le di la oportunidad al otro libro, el cual trata del conocimiento en los seres humanos.
¿Qué tanto impacto tendrá esto en mí?, no sabría que decir, más bien como explicarlo, leer me convierte en otra persona, me hace sentir viva. Me hace mirarme al espejo y sentirme bella, así me sentí ayer, en medio de horas muertas en el trabajo, sentí que había vuelto a ser yo. ¿A dónde van ustedes cuando sienten que pierden el rumbo?
Habrán sido los días encerrada en el apartamento, los momentos que solo pase en cama, o los momentos donde me sentí impotente de poder hacer algo mas. Antes (y quizá podemos decir que aún), cuando me sentía fuera de sí, me quedaba en el closet a reorganizar mis libros, los bajaba de la repisa para volverlos a colocar en orden, a veces los cambiaba de lugar o solo les removía el polvo. Uno de mis mejores amigos que es psicólogo me dijo una vez que esa es la forma de mostrar mi ansiedad, ¿o será más bien la forma de sobrellevarla?
Fue un poco más de una semana que sentí un encierro, en donde también sentí un encierro mental, ¿se han dado cuenta que la mayoría de veces lo único que hacemos es quedarnos en nuestro cuarto? En mi caso todo pasa aquí, todo se queda aquí, ¿quizá a cierto punto nos enfermamos de estar en un solo lugar? Cada cierto tiempo muevo los muebles de mi cuarto, nunca me ha gustado dejar las cosas en un mismo lugar, siento que esto tambien hace que vuelva en sí nuevamente. Me emociona la idea de un día tener mi propio lugar, de no solo sentir mi habitacion mi lugar seguro, de sentir libertad, libertad de mi misma.
Me pregunto qué tanto se quedará ese sentimiento que muchas veces me acompaña por días, ¿será parte de la desconformidad que a veces sentimos, será que nada es suficiente para los seres humanos? Hace poco pregunté algo así como cuándo puedes decir que tu vida esta completa, mi respuestas fueron «cuando me case, cuando me gradúe, cuando tenga mi casa», y me pongo a pensar si cuando ya tenga eso, ¿sentiré que algo falta?, ¿me sentiré completa realmente o recurriré nuevamente a mi closet a reorganizar mis libros?
¿A dónde van ustedes cuando todo se desborda?

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