Vida en Slow Motion

Un escrito, una pausa en el basto mundo mental de mi vida.

Decisiones Universitarias: Tomando un Descanso para Reflexionar

Mi mamá siempre me dijo que era muy inteligente. Mis notas eran altas, entre 8-10. Desde niña me llamó la atención el estudio, quizá porque también tenía el hábito de leer. Nunca dejé un año, nunca estuvo en mis planes. Estaba en segundo año de bachillerato cuando me dieron la opción de venirme a Estados Unidos. Nunca había sido algo que hubiese querido antes, sin embargo, al ver a mi alredor y al darme cuenta, no tenía mejores opciones, acepté. Al llegar a California, la entonces mujer de mi tío, me llevó a una escuela a ver si podía estudiar, según ella no me aceptaron porque estaba a pocos meses de ser mayor de edad. Hoy en día, sé que aquí eso no es un impedimento, realmente no se cuál habrá sido la verdadera razón que no quiso que estudiara, pero cuando no se sabe no hay como defenderse.

Un día me puse a buscar en Facebook un lugar que diera clases en línea para poder terminar bachillerato. Hay varias opciones cuando ya eres adulto, yo hice el más común que se llama GED, una equivalencia de la High School aquí en Estados Unidos. Recuerdo haber mandado mis datos sin pensar que sería verdad, yo solo buscaba información. Un día me llegó un correo que habría una video llamada y un examen para ver en qué grupo se podía quedar. Fuimos 5 para clases avanzadas, me sentí tan orgullosa e inteligente, haber quedado en una clase avanzada.

La directora de AAMA nos recibió en la primera clase, dió tanta información como pudo, ella fue mi impulso, sin siquiera saberlo. Nos dijo cómo continuar después de terminar el equivalente, cómo poder estudiar en una Universidad.

“Es demasiado caro, además alguien como tú no puede estudiar aquí”, dijo muchas veces mi tío. “Déjame a la niña y te vas a Canadá a estudiar”, me sugirió mi tía. “Ya tu tiempo pasó, ya eso de querer estudiar déjaselo a tu hija que es quien importa ahora”, dijo la sobrina de mi tía. Tantos comentarios, como obstáculos para poder continuar, sin embargo, nunca les di importancia y nunca nada me detuvo, nunca perdí esperanza de poder estudiar.

El día de mi graduación del GED, me acompañó mi mamá y mi hija. Vi llorar a mi mamá, se sentía orgullosa, y mi hija contenta, jugando con el birrete. Fue como un sueño, de esos más bonitos que puedes tener.

Ese fue mi más grande logro de ese año. No esperé nada para irme a una universidad a pedir información, me frustré ya que no me dieron información de nada, pero recordé a la directora de AAMA, nos había dado su correo por si necesitábamos ayuda en algo. No tardó en responder, era un viernes, me pidió que le llamara el lunes para darme información. Esperé ansiosa, nunca podré agradecerle tanto.

El día que inscribí mis primeras clases, era la persona más feliz, sentía que no podía ocultarlo. El consejero me preguntó si estaba bien. No sé si se me notaba la emoción, los nervios, o la incredulidad.

Al salir le llamé a mi mejor amigo para compartirle mi felicidad, lloré, me sentía tan feliz. Sentía que era un sueño cumplido, no podía creerlo, no podía describir mi felicidad. Al escribirlo, me lleno de mariposas en el estómago, de esas de enamorada, así lo describo, así lo siento.

Sin embargo no todo ha sido color de rosa. Estos últimos semestres, no los he recibido igual, no les he puesto el mismo amor, tampoco esfuerzo y dedicación. Me entristece pensar como algo que me hace sentir enamorada, hoy es tan difícil. He culpado a los cambios, a la enfermedad, a todas las excusas posibles, pero mi interior me dice que solo soy yo la culpable.

Decidí tomarme el siguiente semestre de descanso. Siento que necesito ese tiempo, pero a la misma vez no quiero. Siento que me estoy fallando, que estoy dejando ir mis sueños y que por hoy, me estoy dando por vencida.

Cuando fui a inscribirme, recuerdo que quería estudiar. Ingeniería en Sistemas le dije al consejero; lo que tenga más matemáticas posibles, pensé. Hoy por hoy, me siento confundida, no sé si quiero seguir con esta carrera, no sé si cambiarla. Sé la dificultad, lo sabía desde antes, y no es eso lo que me tiene confundida, sino el ejercerla.

No estoy segura si quiero pasar en una computadora todo el día. También lo veo por el lado de mis ojos, tengo miopía, y astigmatismo, los más común en estos días. Siento que esto puede empeorarlo todo, o no sé, quizá solo es una excusa. Sin embargo, esta carrera es algo que me gusta. Mi proyecto final de este semestre, en Python, fue crear un código del sistema solar, en el cual se pudiera buscar los planetas, con respuestas de error y volver a intentarlo. No fue tan difícil, pero me sentí fascinada, y siento que es lo que me confunde más.

Me gusta el arte, me gusta la creatividad, me gusta crear; también me gusta leer, amo los libros y su olor. También me gusta la ciencia, el universo, las teorías. Me gusta las matemáticas, amo los números, a excepción de las fracciones y decimales, ja ja.

Y por último me gustan muchas cosas, como psicología, el diseño gráfico o de interiores, me gusta la biología y la literatura; pero también me gusta la computación, desde adolescente. Mi mamá siempre me dijo que era buena en eso, que debería de estudiar algo de informática. No creo que sea influencia de eso, nunca hubo presión ni nada, he sido siempre quien ha elegido. No encuentro qué es, no encuentro las respuestas de seguir con esto, o cambiar de carrera.

No dejaré la universidad, solo es un descanso, para pensar, para decidir. ¿Que debería hacer?, ¿que carrera debo tomar?

Espero que al pasar estos meses, encuentre las respuestas. Tomar la mejor decision, sin sentirme insegura o abrumada. Quiero saber que elegi lo correcto (aunque no creo que sea posible) para dar todo mi esfuerzo y e.

Gracias por leer un poco de mis inquietudes.


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